martes, 2 de julio de 2013

Capitulo IV- Mi nuevo hogar

¡Al fin en casa! me dije.
Mi nuevo hogar me resultó un lugar extraño con mucha luz (una enorme jaula) donde había un sofá, que no se me pasó desapercibido, pues me pareció muy cómodo.
Yo era tan pequeñita que mi tamaño era el de un palmo de mano. Aclaro esto porque... me encontré con unas estupendas escaleras a las que no pude acceder hasta que fui mas mayor.
Me quedé a vivir en el piso de abajo, en mi trasportín (que me daba mas seguridad) donde me metía cuando quería sentirme más segura. Yo misma abría y cerraba su puerta.
Mis nuevos padres, me trataban "a cuerpo de super-mega-gata ".- 3 comidas al día, peinado y mimos.
Estaba yo muy tranquila en medio del sofá que había descubierto y del que me había apropiado un sitio, cuando un bufido de crispó el peinado y ¡sorpresa¡ una enorme y hermosa  colega me estaba  propiciando una acogida (pensaba yo) que no fué lo melosa que yo me esperaba.
¿De dónde habría salido aquella gata clara y mandona?.
Continuará....

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